María Francés es una emprendedora polifacética que ha sabido reinventarse y crear una marca personal sólida y llena de color. Diseñadora de moda, politóloga, consultora de imagen y docente, desarrolla su carrera profesional de Granada con su marca pensada para que sus clientas y clientes aprendan a comunicar desde la imagen personal.
Tienes un estilo muy personal y reconocible: ¿Cómo plasmas tu ADN en tu marca?
Yo siempre he sido un poco excéntrica a la hora de vestir y utilizo mucho el color. Me encanta el animal print, cuando no se estilaba. Como yo nací en los 80, todo ese imaginario de la Movida, Falcon Crest, Dinastía, la música de Barón Rojo, Barricada, Mocedades… Todo muy de un extremo a otro. La infancia me ha ayudado en mi faceta de creadora a generar ese universo creativo.
¿Qué supone ser mujer en el sector de la moda?
El hecho de ser mujer te hace tener más empatía con el cuerpo, con las formas. Nosotras conocemos bien nuestras inseguridades y no hace falta ni hablarlas. por eso estudié asesoría de imagen y colorimetría: quería poder hacer ropa para todos los tipos de cuerpo y que todas las mujeres se vean favorecidas.
Has creado el método LIBRE: ¿en qué puede ayudar a las mujeres emprendedoras para afianzar o pulir su marca personal?
Por mi experiencia política, me di cuenta de que hay personas a las que les cuenta comunicarse. Mi misión y mi propósito es poder ayudar a las mujeres a comunicarse a través de su imagen libremente. Se pueden decir las verdades de forma muy polite a través de la imagen.
El método está relacionado con el liderazgo. Incido mucho en los objetivos de mis clientas. Quiero generar lideresas de su propia imagen y que tenga un propósito.
Trabajo con la búsqueda, con la imagen interna y externa. Mi propia experiencia vital de autoconocimiento me ha traído a donde estoy ahora. Es muy importante saber cuáles son nuestros dones y ofrecerlos a la sociedad. De hecho, estoy terminando mi certificación de coaching de imagen para ayudar a mis clientas en su camino de búsqueda interior.
A los políticos que he asesorado y a mis clientas les digo que sean honestos para que yo pueda sacar todo su potencial y su estilo personal, basados en los siete estilos universales. Son tres estilos base, tradicional, natural y elegante y cuarto acentos, el dramático, seductor, romántico y creativo. Yo no disfrazo a mis clientes, les ayudo a expresarse con seguridad y con sus propias herramientas.
Con las emprendedoras trabajo para que tengan seguridad en sí mismas mediante ese autoconocimiento. Si no tienes claro tu propósito, no puedes comunicar bien. No somos conscientes de lo que comunica nuestra imagen.
¿Cuáles son tus claves para comunicar en las redes sociales?

Lo más importante para una emprendedora es la coherencia: que digas lo que hagas y hagas lo que digas. Me llegan muchas propuestas de colaboración y si no están alineadas con mis valores y objetivos, las rechazo.
Hay trabajar, la coherencia no llega de un día para otro. También es muy importante la actitud y una sonrisa, que genera muchas endorfinas y crea seguridad y autoconfianza.
La ventana que tenemos son las redes sociales, si no te conoces bien, si no estás confiada es muy complicado conectar con la gente.
Has sido elegida este año para vestir a la Tarasca, una de las principales tradiciones de las fiestas el Corpus de Granada. ¿Qué reacciones te han llegado tras vestir a una Tarasca tan diferente y llena de color?
Yo quería que la Tarasca tuviera color, animal print y las hombreras. Además, no quería que tuviera un tejido normal, que cualquiera pudiera comprar, quería algo diseñado para ella. Pensé en usar mi animal print y una granada estampada en la mancha. Me puse en contacto con Textilfy y me captaron la idea muy rápido. La base de mi marca es atreverse, divertirse con la moda, pero sin perder la elegancia, por eso la Tarasca capta el ADN de mi marca.
Creo que he conseguido algo con la Tarasca que todo diseñador quiere, que una prenda suya sea reconocible. Había muchas expectativas y me han llegado a decir que he sido valiente, claro que lo he sido, tenía que ser como yo soy. El tema de ponerle gafas viene por una propuesta de las ópticas granadinas Vipsual.
He recuperado una tradición que me parece importante y es que las mujeres puedan ponerse lo que lleva la Tarasca, la moda y la tendencia y lo he conseguido mediante la blusa.
¿Qué consejo le darías a esas mujeres que están pensando en emprender?
Que nunca es tarde, aunque encuentres muchos baches. Mi mentor, Gregorio Jiménez me dijo que el emprendimiento es una línea recta hasta que pasa algo que hace que esa línea suba. Esto puede llegar en meses o años.
También me dijo que el camino del emprendimiento es un desierto, que iba a estar muy sola y es así. Por eso hay que buscar partners, personas que están como tú. Esa matriz de apoyo es fundamental. Es importante además buscar un tema que te apasione.
Para mí es fundamental el lema “mujeres que ayudan a mujeres”, vamos a intentar ayudarnos, crear comunidades de apoyo entre emprendedoras para cumplir nuestros objetivos.