Por Pilar Cuadrado (*)
Las responsables de ese comportamiento son una serie de células de nuestro sistema nervioso llamadas “neuronas espejo” que se encargan de transferir información a través de señales químicas y eléctricas. Son una red invisible que tiene la capacidad de aprender de los demás y se activan observando las acciones de un individuo. Ejemplo: lloramos cuando otros lloran
Muchos neurólogos y psicólogos apuntan a estas neuronas como una base para muchas acciones en nuestro ámbito social por lo que tienen un gran papel en el desarrollo emocional de las personas.
Se activan cuando alguien realiza una acción a través de la observación, la imitación, la empatía y el aprendizaje.
Ahora podemos entender mejor la razón por la cual somos capaces de ver en los demás aquello que no nos gusta. Nuestra neurona espejo nos muestra comportamientos propios a través de la observación de las acciones del prójimo.
Al conocer más a fondo la función de nuestras neuronas espejo podremos activarlas para aprender y evolucionar personalmente cuando nos relacionemos con los demás.
Recuerda siempre:
- Compartir tiempo con personas que contagien felicidad, que tenganactitud mental positiva y que su estado emocional sea óptimo.
- Al detectar la paja en el ojo ajeno, repite: “Aquello que no me gusta de tilo debo corregir en mí y lo que no te gusta de mi lo debes corregir en ti”De esta forma dejarás de observar con recelo las debilidades ajenas y las convertirás en tus propias fortalezas.
(*) Pilar Cuadrado es educadora socioemocional y puedes encontrarla en este enlace.